Paginas - Menu

viernes, 26 de abril de 2013

LA MODERNIDAD SUPERADA, de J.M.Montaner

JOSEP MARIA MONTANER

EDITORIAL GUSTAVO GILI

año 2011 - 189 pàgs. - 20 euros


Se trata de una versión revisada y ampliada del libro que con el mismo título fue publicado en 1997.
Se compone de 9 ensayos sobre temas de modernidad en arquitectura, publicados en diferentes medios: prensa general, publicaciones  especializada, conferencias, y trabajos docentes. Tratan de cuestiones clave de la evolución y superación de la arquitectura moderna.
El texto pone en valor cierta arquitectura desarrollada en sur de Europa, además de Finlandia y Latinoamérica, por ser allí donde, según el autor, se han podido superar las insuficiencias de la modernidad universalista en la que se basó el Movimiento Moderno.

Se mencionan los nombres de Luis Barragán, Oscar Niemeyer, Lina Bo Bardi, P. Mendes da Rocha, Alvar Aalto, Jose Antonio Coderch o Alvaro Siza, como autores periféricos que se han convertido en referentes de la arquitectura internacional, como representantes de una modernidad “superada, aclimatada, sostenible, específica, enraizada y crítica”

En el prólogo, donde se hace un resumen sintético de la tesis del autor, se lee:
“se trata de establecer qué parte del proyecto del movimiento moderno ha quedado ligada a una coyuntura conceptual pasada, y qué parte, por su carácter intemporal y esencial sigue siendo vigente”
“Las cuestiones de la modernidad que han quedado superadas son la visión idealizada de un progreso sin límites y la posibilidad de explotar recursos naturales supuestamente inagotables; y una visión única eurocéntrica y monolítica, que ha quedado cuestionada por discursos que ponen de manifiesto una situación de diversidad y pluralidad que no se puede afrontar con soluciones únicas y universales.”
“Posiblemente las dos cuestiones más rescatables y vigentes del arte y la arquitectura modernos sean el esfuerzo de renovación plástica y formal, y el proyecto ético y social de las vanguardias.”
“Es imprescindible una nueva manera de gestionar y proyectar la arquitectura y el urbanismo, esencialmente desde la base, que tenga en cuenta la diversidad de personas y de contextos, y que sepa integrar estos datos en unos proyectos que ya no se pueden basar en aprioris impuestos, sino que ha de estar en las bases de un funcionamiento democrático de las sociedades”

Libro muy interesante y lúcido, analiza la arquitectura que, formada e inspirada en el movimiento moderno, supo superar sus dogmas más abstractos y crear una vía moderna y plural para el progreso de la cultura arquitectónica de las diferentes sociedades en las que se desarrolló.
Los ensayos no son extensos, y se subdividen en capítulos que facilitan la comprensión de las tesis. Claro y fácil de leer. Muy recomendable para entender la arquitectura alternativa a la ortodoxia moderna, surgida en la mitad del siglo pasado.

Termina el prólogo del libro con una acertada cita de Jorge Luis Borges:
El concepto de texto definitivo no corresponde sino a la religión o al cansancio

domingo, 14 de abril de 2013

PRIMERA ENTRADA DESDE LA RIBERA


DESDE LA RIBERA. EL PORQUÉ


Deberíamos inaugurar este blog explicando su objeto y pretensión, y, en primer lugar, su propio nombre.

Desde la Ribera no trata, como podría parecer, de la indicación de un lugar geográfico, de un sitio (aunque también lo es, pues este blog se escribirá, en parte, desde la ribera de un río), pero no se trata de hablar desde "aquí", ni de cómo se ven las cosas desde aquí. La localización no es importante.

“Desde la ribera” pretende expresar más bien el punto de vista desde el cual se miran los hechos: contar lo que ocurre desde un punto de observación particular y lateral.

Adoptando la metáfora de un río, los hechos y las realidades que van ocurriendo podrían verse como objetos viajando por el interior del cauce, y nosotros las describiríamos observándolas desde una de sus orillas.

Esta manera de describir los hechos supone que el observador se encuentra quieto, posicionado, y los acontecimientos se mueven: Aparecen por un lado, ofreciendo un aspecto lateral, luego se disponen frontales, y, progresivamente, se alejan mostrándonos su lado opuesto. Siempre ocultándonos algunas de sus caras.

Es evidente que la visión desde una ribera difiere de la que se tiene desde la opuesta. También difiere de la visión que se tendría desde un puente, que se sitúa entre ambas riberas, desde donde se tiene una visión más centrada pero menos natural.


Existen otras muchas visiones de los hechos: por ejemplo la del observador que se baña en el río, que ve aparecer y desaparecer los objetos desde una perspectiva inusual, o la extremista del buceador, que cambia de realidad y se sumerge en otro mundo, oculto y simétrico.

Está el punto de vista del piloto de globo aerostático, privilegiado y superior, que entiende los hechos desde su globalidad, pero tan lejana.

También podría describirse la realidad desde una posición inversa, que es la que tienen  los que viajan por el río, subidos en los acontecimientos. Desde allí se ven las riberas en movimiento. Va cambiando el paisaje, pero ellos permanecen.

Nosotros no pretendemos ser protagonistas de los acontecimientos, pero queremos describirlos desde donde nos encontramos, desde un punto de vista particular, que no excluye otros.

El objeto de este blog es contar y poner en común hechos referidos al ECOSISTEMA HUMANO, entendido como el conjunto de objetos y creaciones que nos rodean, referidos al diseño de objetos cotidianos, a la arquitectura de  casas y de edificios colectivos, al diseño y proyecto de los trozos de las ciudades, así como al territorio y las intervenciones que lo afectan.

Con la pretensión de entender cómo evoluciona y se transforma este ecosistema, en estos extraños tiempos de crisis, en los que la reflexión se ha convertido en inevitable método de trabajo.

Queremos describir y meditar sobre este tipo de acontecimientos desde nuestra ribera de observación, tal y como nos parecen a nosotros.
  

Al día siguiente convenció a sus hombres de que nunca encontrarían el mar. Les ordenó derribar los árboles para hacer un claro junto al río, en el lugar más fresco de la orilla, y allí fundaron la aldea.”  
CIEN AÑOS DE SOLEDAD. G. García Márquez