Paginas - Menu

jueves, 16 de octubre de 2014

CITA EN ALGEMESÍ CON LA ARQUITECTURA SOSTENIBLE Y SOLIDARIA


Una interesante cita para el próximo lunes 20 de octubre en Algemesí: la inauguración de una exposición y una sesión de charlas sobre arquitectura sostenible y solidaria.


La ONG Algemesí Solidari organiza esta actividad dentro de sus acciones de sensibilización con las comunidades más desfavorecidas y para arropar la presentación de su proyecto de construcción de una escuela en Burkina Faso.

La exposición, que se podrá contemplar en el Museu Valencià de la Festa, en el Convent de Sant Vicent, está dividida en dos partes: una de ellas recoge los trabajos resultantes del taller celebrado en julio pasado, en la Universidad Politécnica de Valencia, con el título "proyectando y construyendo en Burkina Faso - la escuela de Baasneeré" [ver entrada de 9 de junio en este mismo Blog]. La otra recoge la presentación del proyecto VERSUS, un proyecto europeo cuyo principal objetivo es ampliar el conocimiento sobre el patrimonio vernáculo y explorar nuevas direcciones que integren sus principios en el desarrollo de una nueva arquitectura eco-responsable.Presentan para ello una "rueda de la sostenibilidad" con 15 principios para el análisis de intervenciones a nivel económico, social y medioambiental.

Ambas exposiciones, una de las cuales viene de mostrarse en Burkina Faso y la otra está a punto de salir hacia diferentes puntos de España, han sido organizadas por la sede valenciana de la Cátedra UNESCO de arquitectura de tierra.

En cuanto a las charlas, que se celebraran en el Casino Municipal, se han programado tres intervenciones: "Lecciones del patrimonio vernáculo para una arquitectura sostenible" a cargo de Fernando Vegas, arquitecto profesor de la Cátedra Unesco de arquitectura de tierra de la UPV, activo divulgador y reconocido autor de numerosos trabajos académicos y profesionales.

"El taller construïnt una escola a Burkina Faso" desarrollada por Pablo Llopis, arquitecto, miembro del estudio Abalos-Llopis de Valencia, con una extensa experiencia en concursos internacionales y profesores invitados en las universidades de Pennsylvania y Lima; y finalmente, la presentación del proyecto "L'Escola de Baasneeré" por parte de Juan Vte. Maravilla, arquitecto componente de HAC-90 Arquitectes y coordinador del proyecto de construcción de la escuela de secundaria promovida por Algemesí Solidari en Baasneeré, el poblado africano hermanado con el municipio de la Ribera.

Lo dicho, una cita muy apetecible sobre un tema que combina unas tendencias, de carácter tanto profesional como social, que unidas, presentan unas expectativas enormemente prometedoras.
 


viernes, 19 de septiembre de 2014

NORMES DE PROTECCIÓ? DELS NUCLIS HISTÒRICS

A propòsit de l'exposició pública del catàleg d'Algemesí


dibuix de Leon Krier


En totes les ocasions que he tingut oportunitat de fer-ho, he manifestat el meu convenciment que les intervencions en els nuclis històrics, per respecte i sensibilitat amb la seua essència, han de permetre que es desenvolupen amb llenguatges arquitectònics complementaris, que permeten una continuïtat física i històrica, que permeten la convivència amb el seu context, i que s’entenguen com una intervenció de reciclatge d’una herència que ha de ser incrementada, no fossilitzada.

Les intervencions sobre el patrimoni han de fer-se a través de projectes sensibles i atents a l’especial situació de l’entorn en que es troben, però en un sentit més ample que el de la mera formalitat. Crec, per tant, que hem de fer els nostres nuclis històrics sostenibles, econòmica, social i ambientalment.

Per això cal advertit del perill que suposen aquelles tendències que acaben arruïnant els nuclis històrics, deixant-los buits, impedint que la gent de classe mitja puga accedir, fent que els comerços fugen, i promouen l’immobilisme cultural i econòmic que converteix estos barris en grans residències d’ancians o en conjunts d’infrahabitatges per a grups marginals.

un tram de carrer amb el model normalitzat de les ordenances

Amb estes teories acaben reproduint-se escenaris teatrals, museus de cera, disneylandies dels pobles valencians, zones típiques de postal... però el més sorprenent es que ho fan amb arguments aparentment proteccionistes i benintencionats, però, sense dubte, eixos arguments no són més que el perfumat ungüent de l’embalsamador.

lunes, 9 de junio de 2014

CURSO: "PROYECTANDO Y CONSTRUYENDO EN BURKINA FASO" EL PRÓXIMO MES DE JULIO EN LA ESCUELA DE ARQUITECTURA DE VALENCIA




Los próximos días del 7 al 11 de julio se celebrará en la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Valencia un curso titulado "Proyectando y construyendo en Burkina Faso. Propuesta para una escuela de educación secundaria en Baasneere".

La organización corre a cargo de la Cátedra Unesco de Arquitectura de Tierra de la Universidad Politécnica, y de la ONG "ALGEMESÍ SOLIDARI".
El curso tendrá como conferenciantes profesores de las universidades de Pennsylvania, Málaga y Valencia, y pretende reflexionar sobre la proyección de edificios en paises con escasos recursos, partiendo del concepto de la sostenibilidad social, cultural y económica.

El objeto del curso, que tiene un carácter eminentemente práctico -y cuya matrícula se encuentra todavía abierta-, es plantear soluciones concretas para la ejecución de un colegio de educación secundaria que proyecta construir la ONG Algemesí Solidari en el poblado de Baasneeré, situado en Burkina Faso, en el Sahel africano.

La actividad de los arquitectos en estos nuevos escenarios de austeridad está produciendo un fenómeno, que más allá de la cooperación, representa una alternativa conceptual para la arquitectura en crisis del mundo desarrollado. Nuevos despachos de arquitectura, y cada vez más nombres ilustres, encuentran en este concepto una salida ética -y estética- a la situación de vacuidad de estos últimos años de excesos.

lunes, 31 de marzo de 2014

BUEN VINO EN VASO DE PLÁSTICO: LA EXPOSICIÓN DISEÑADO por ARQUITECTOS en La Rambleta

En l'Espai Rambleta de Valencia se ha mostrado durante 4 semanas la exposición Xl/xs DISEÑADO x ARQUITECTOS realizada con la colaboración del Colegio de Arquitectos de Valencia y Feria Valencia.



EL BUEN VINO:

El conjunto de objetos expuesto ofrece una amplia variedad de estilos, motivos e intenciones, incluso de épocas, lo cual no debe resultar extraño si tenemos en cuenta que el único factor común propuesto por la muestra es la profesión de sus autores: todos ellos son arquitectos.

Por lo que se ve, esa condición personal de los creadores apenas parece transmitirse a los diseños: creo que no es posible apreciar cualidades o conceptos arquitectónicos específicos en los objetos expuestos. Como mucho, algún pequeño desliz hacia bases geométricas y hacia la abstracción, pero es esta una impresión que probablemente surja condicionada por el conocimiento previo que se tiene del hilo conductor de la muestra.

Así pues, puede comprobarse que la profesión de arquitecto apenas condiciona ni diferencia el diseño de mobiliario, sino más bien es la sensibilidad y el conocimiento de sus creadores lo que lo cualifica, como, por otra parte, podía sospecharse a priori.

Las piezas mostradas parecen escasas si atendemos a la gran cantidad de diseños de mobiliario que han firmado arquitectos a lo largo de la historia, y esta sensación se justifica plenamente por lo ambicioso del planteamiento: DISEÑO DE ARQUITECTOS, sin más; ahí es nada.

Por ello el límite de la exposición, a falta de establecerlo la propia organización, parece haberlo determinado el espacio disponible, o quizás la respuesta dada por los fabricantes.

El conjunto mostrado abarca casi todos los temas del equipamiento del hogar, pero lo más interesante es la diversidad de estilos de producción: desde algunas piezas "históricas" firmadas por grandes figuras y producidas con gran calidad de manera generosa, pasando por modestas producciones artesanales, hasta sencillos prototipos autoproducidos por sus autores. Esta combinación resulta verdaderamente reseñable, pues permite comparar objetos de éxito, resultado de un intenso trabajo de diseño y producción, con nuevos planteamientos que todavía no han encontrado su puesto en la industria tradicional, o bien intentan desarrollar nuevas maneras de darse a conocer a los usuarios.

Hay que decir que la primera conclusión que provoca esta diversidad (y también promiscuidad, pues la obras se encuentran expuestas sin un orden estructurante) es que la calidad exhibida en conjunto es alta. Las grandes piezas, de nombres reconocidos, se contemplan a gusto junto con nuevas piezas de más humilde origen, y éstas apenas acusan nada la comparación. Ambas parecen observarse entre sí en régimen de igualdad, sin complejos, y esto es sin duda un éxito tanto de los autores como fruto de la originalidad de la organización. 

Produce una grata sensación comprobar que los nuevos diseñadores siguen reflexionando con originalidad y frescura sobre el mobiliario doméstico y que la crisis de los sectores relacionados con la vivienda no apaga del todo el ímpetu y la pasión por esta actividad a medio camino entre el arte y la industria.

vista de la exposición
EL VASO DE PLÁSTICO:

Pero, si el diseño de una exposición configura a menudo su éxito, éste no es el caso.

Comenzando por el propio acceso a la misma, que se produce directamente desde la puerta del ascensor, sin más intermediario ni explicación, ni ambientación previa, una vez traspasada esta puerta se accede a la sala y ya desde este punto se puede abarcar todo el espacio expositivo. Demasiada inmediatez. Pues de esta manera se impide generar en el visitante la expectación de un relato, o establecer una secuencia, que ayude a entender las intenciones de la muestra.

Para subsanar este efecto, la guía argumental se confía a un diagrama de lineas de diferentes colores trazado en el pavimento, que va indicando los tipos de producción, y que resulta insuficiente para orientar al visitante.

objetos expuestos
Pero lo más sorprendente es la forma de exponer todas las piezas: estas se presentan depositadas directamente en el suelo. Y si esto puede ser admisible para algunos objetos de mobiliario tales como mesas, sofás, o sillas, pues sin duda éste es su hábitat natural, no resulta en absoluto adecuado para apreciar correctamente otros objetos de menor tamaño o cuya funcionalidad parece revolverse en un plano tan bajo: las lámparas de mesa, un plato, o incluso unos pendientes, sufren con un punto de vista tan extraño.

El resultado es que el conjunto ofrece, a mi parecer, una sensación general de desaliño, más próxima a la estética de un mercadillo. 
No sé si quizás esta haya sido una intención subyacente en la organización, o posiblemente esta impresión sea también una metáfora de la situación en la que se encuentra todo lo que rodea lo relacionado con la vivienda.

En cualquier caso, podemos disfrutar de lo esencial, que son las obras mostradas, aunque la situación que las rodea sea menos satisfactoria. Como la vida misma.








  



lunes, 3 de marzo de 2014

LOS ARQUITECTOS DE CÓDIGO ABIERTO


COLECTIVOS EN RED


El pasado dia 20 de febrero se celebró en la escuela de Arquitectura de Valencia una conferencia titulada "Ciudad Open Source - nuevas formas de regeneración urbana". En ella participaron representantes de los colectivos Carpe Via, organizadores, Ecosistema Urbano, que explicaron su trabajo "DreamHamar" en Noruega, y Zuloark que contaron su experiencia en "El Campo de Cebada" en Madrid (recientemente premiado en la XII bienal de arquitectura)

Independientemente del contenido de las exposiciones y del tema de la conferencia, me llaman la atención varios aspectos de esta experiencia, y la llamo experiencia porque para mí, que pertenezco a una generación de arquitectos que podríamos definir como de perfil profesional clásico, esa conferencia provocó en mí múltiples reflexiones sobre el futuro de la profesión de arquitecto, y especialmente supuso el descubrimiento de un mundo intelectual y mediático digital que desconocía, y que exhibe una fuerza impresionante pero, aparentemente poco ruidosa y que se mueve en circuitos alternativos con hasta hoy escasa trascendencia real.


conferencia en la escuela de arquitectura
Como el biólogo que descubre un nuevo insecto, observo ante mí gente muy joven, que se agrupa en colectivos con estructuras organizativas horizontales y abiertas. Sus fundamentos teóricos parecen brotar de su formación académica en las escuelas de arquitectura, de donde también heredan los hábitos de trabajo en equipo, probablemente desarrollados en la ejecución de sus proyectos finales de carrera. Tienen un gran dominio de las técnicas digitales y son partícipes activos de las redes sociales. Trabajan conectados en equipos pluridisciplinares. Con notables habilidades comunicativas, se expresan con facilidad verbal y también a través de un diseño gráfico atractivo. 

Son además utópicos e idealistas, reinvindicativos aunque no revolucionarios, sensibles a las organizaciones ciudadanas y cercanos a la reclamación de lo público. Trabajan en la pequeña escala, y su punto fuerte son las ideas.

Mi reflexión pretende discernir de dónde han salido estos nuevos arquitectos, que por lo visto no pretenden seguir el camino preestablecido y que no siguen los patrones al uso.

Mi impresión es que son el fruto y consecuencia de la nuevas circunstancias surgidas tras el estallido de esta profunda crisis social, que tan especialmente ha impactado en el mundo de la arquitectura y el urbanismo. La crisis inmobiliaria ha vuelto inane la profesión de arquitecto por falta de actividad, y en consecuencia estos nuevos profesionales centran su interés en el punto de donde surge la arquitectura: en la determinación de las necesidades.

campo de cebada, Madrid
Analizan, investigan, reflexionan sobre el origen de los proyectos, aún sin encargo alguno, provocan la participación de las comunidades vecinales sobre los problemas dotacionales de los barrios y las carencias de las ciudades. Actúan con eficacia como mediadores / asesores / facilitadores / gestores sociales.

dream hamar, Noruega
Pero finalmente, de estas reflexiones colectivas surgen las propuestas de actuación que muchas de las veces son meras acciones reinvindicativas, y en gran parte de los casos arquitecturas efímeras o de pequeña escala, apenas mobiliario. Esta aparente intrascendencia de los resultados contrasta con la vitalidad de su actividad y la profundidad de sus reflexiones, y de este fuerte contraste surge la pregunta inevitable: ¿cómo es posible que estos grupos de profesionales bien formados y con tanta originalidad y capacidad de análisis no produzcan arquitectura de mayor escala?, ¿cómo no están proyectando los nuevos equipamientos sobre los que tanto reflexionan?

Pienso que esta situación es el síntoma de una doble ruptura. Una interna, que afecta al ejercicio de la profesión: los jóvenes arquitectos renuncian al modelo profesional establecido, incluso lo repudian por irreflexivo y cómplice; y por otra parte una ruptura más importante: la que se da entre la iniciativa pública y las demandas de los ciudadanos. Los modelos cambian, también los métodos y las necesidades, pero los códigos del poder público siguen inmóviles y los ciudadanos suplen la falta de reacción con estructuras organizativas que han aprendido de la red.

Estos nuevos arquitectos quieren abrir el código de la ciudad para adaptarlo, pretenden ser protagonistas de su diseño desde iniciativas basadas en la puesta en común del conocimiento. Ellos quieren "una ciudad en beta permanente y de software libre". Atentos.

Para los no iniciados como yo, les recomiendo un paseo por alguna de las múltiples páginas web de estos colectivos, para apreciar su impresionante prolijidad y su asombrosa interconexión, en red, como la propia red. 
A mí me queda la sensación de que estamos ante el gérmen de un cambio profundo del concepto del profesional de la arquitectura, la trascendencia de este cambio se verá a no mucho tardar. 


(Para ampliar información y direcciones electrónicas, ver el nº 145 de la revista Arquitectura Viva, titulada "Colectivos españoles. Nuevas formas de trabajo: redes y plataformas" )

viernes, 17 de enero de 2014

SITUAR UN PUNT EN L'OCEÀ

UN DESAFIAMENT TÈCNIC QUE VA DURAR 4 SEGLES.


Des de l’època de les grans expedicions marítimes del segle XV (C. Colom, Vasco de Gama, Núñez de Balboa, Magallanes o F. Drake) fins el final del segle XVIII, l’home va lliurar una descomunal lluita intel·lectual i tècnica per tal de determinar d’una manera exacta, la posició d’un vaixell en mig del mar.

                         mapa de Ptolomeo en una versió del s.XV                   
La importància del comerç marítim, dels descobriments territorials i del domini estratègic de la mar, van fer que les grans potències polítiques convertiren este objectiu en una prioritat política màxima, i així va sorgir una autèntica llegenda de la civilització occidental, comparable als mites més rellevants de la humanitat com el de l’eterna joventut, o la conversió del plom en or.

Des de Ptolomeu (any 150), els mapes de la terra estaven dividits en paral·lels i meridians, i tots els cartògrafs i marins duien mapes aproximats amb aquesta quadrícula bàsica. No obstant, així com la ubicació en alta mar d’un vaixell respecte de qualsevol paral·lel terrestre (la latitud) resultava relativament senzilla de determinar, observant la duració del dia, l’altitud del sol o la posició d’algunes estrelles, la seua posició respecte dels meridians, el que s’anomena LONGITUD, es va convertir en el centre d’un esforç titànic per part de les intel·ligències més senyeres de l'època, un desafiament tècnic i científic com mai s’havia plantejat fins aquest moment.

La navegació oceànica era una autèntica aventura, en la que intervenia de manera molt important la sort, o com deien aleshores, la gràcia divina, ja que inclús els marins més experts de totes les èpoques feien servir instruments que eren clarament insuficients per a garantir l’èxit de les expedicions. El resultat: la pèrdua dels valuosos carregaments i de milers i milers de vides provocada fonamentalment per la desorientació de les naus i el conseqüent extraviadament en mig del mar.

Per renovar l’entusiasme per trobar una solució final fiable, en 1714 el parlament britànic dicta l’anomenat “Decret de la Longitud” que establia un fabulós premi de 20.000 lliures a qui descobrira un mètode “factible i útil” per determinar la longitud de qualsevol punt del planeta.

En este desafiament dos van ser els principals grups de participants que aportaren aproximacions esperançadores a la resolució del problema, (obviant aquell grup que podrien descriure com el de “les solucions fantàstiques, impossibles o quimèriques”): el grup dels Astrònoms i el grup dels Rellotgers.

Per un costat el dels astrònoms era el grup més prestigiós. No debades hi participaren directa o indirectament les “llumbreres” més insignes de la ciència de l’època (Galileo, Cassini, Huygens, Newton o Halley), i es van construir observatoris, amb l'objecte de buscar en el cel les lleis perfectes que regularen els moviments del cossos celestes: el sol, els planetes i els seus satèl·lits i les estrelles. 

A través de l’observació dels fenòmens celestes, de la seua medició i de l’establiment de lleis universals que els previngueren, pretenien deduir l’hora exacta simultàniament en qualsevol punt de la terra, i del mar.

En este procés d'investigació es feren, paral·lelament, grans descobriments científics que capgiraren els coneixements sobre l’univers.

Per l’altra banda, el “grup dels rellotgers”, amb una formació científica molt més escassa i humil, va emprendre la via pràctica i directa per a resoldre el problema: a saber, el que es tractava era en essència poder determinar de manera simultània l’hora exacta en dos llocs del globus, ja que si coneixem la diferència horària entre dos punts del planeta (per exemple entre el port d’eixida i el punt on es troba el vaixell), podrem deduir de manera immediata quina diferència de longitud (Est o Oest) existeix entre ells, i per tant localitzar en el mapa un punt  respecte de l’altre.

Per tant el que es tractava era, ni més ni menys, de construir un rellotge que marcara l’hora exacta en el punt d’eixida i, el que era més important, durant tota la travessia, en qualsevol condició atmosfèrica i meteorològica.

Per entendre la dificultat que suposava crear este tipus d’artefacte s’ha de pensar que en aquella època els rellotges funcionaven amb un pèndol i s’avançaven i retardaven contínuament, i inclús es paraven quan se’ls donava corda, de manera que precisaven un manteniment constant. Però la qüestió era que este havia d’embarcar a bord d’un vaixell per fer una travessia transcontinental, devia suportar les més adverses condicions físiques i meteorològiques. Devia poder submergir-se, suportar els canvis de pressió i de temperatura, i també les sacsejades i moviments bruscos del mateix vaixell.


Galileo Galilei 1636
A principi del segle XVI alguns astrònoms ja plantejaren la necessitat de crear taules en les quals es determinara la posició, a totes les hores de la nit i del dia, de la lluna i del sol respecte de diferents estrelles conegudes, però la trajectòria de la lluna pel cel seguia sent un misteri i els instruments de mesura eren encara insuficients. 

En 1610 Galileo descobreix que les llunes de Júpiter experimenten milers d’eclipsis a l’any, i que ho fan amb una precisió matemàtica, la qual cosa les convertia en autèntics rellotges astronòmics, i per tant en la solució al problema de la longitud. 
Mostrà el seu descobriment al rei Felip III d’Espanya, al govern de la Toscana i al dels Països Baixos, però ningú va acceptar el mètode com definitiu, ja que les dificultats d’observar estes llunes des d’un vaixell en moviment eren insuperables, i ademés no més podien verure’s de nit i en cels clars.

No obstant això, Galileo va seguir perfeccionant les seues observacions fins a la seua mort, i arran del seu esforç el mètode va ser finalment acceptat per ser de gran utilitat per als cartògrafs, això si, per a ser utilitzat de moment no més en terra ferma.

Aquest èxit de Galileo va possibilitar un enorme perfeccionament en l’execució dels mapes geogràfics, i com a conseqüència la necessitat de crear els primers observatoris astronòmics, com el de París i un poc més tard el de Greenwich, amb l’objectiu pràctic de traçar meticulosos catàlegs de les estrelles i dels planetes que permeteren la navegació segura per la determinació de la longitud en qualsevol punt del mar.

Paralel·lament, lluny dels observatoris, els artesans rellotgers (i inclús algun membre del grup oposat, com ara el propi Galileo o Christian Huygens) buscaven un camí alternatiu, i anaven progressivament perfeccionant els seus mecanismes i la seua exactitud, però cap d’ells encara suportava les gran dificultats i vicissituds d’una travessia atlàntica.

            John Harrison                                                               
El mateix Isaac Newton, que era membre del jurat del Consell de la Longitud i un convençut de que serien els moviments de l’univers els que acabarien orientant als mariners en alta mar, en 1721 manifestà que un rellotge artificial seria un “accesori molt útil per als càlculs astronòmics però mai els substituiria”. Newton morí en 1727, sense coneixer el creador del rellotge que guanyaria el desitjat premi de la longitud.

Efectivament, va ser un rellotger qui aconseguí determinar en primer lloc la longitud en alta mar amb un grau d’error inferior a mig grau. El fuster escocés John Harrison, sense formació acadèmica alguna, però amb una excepcional intel·ligència, dedicà 40 anys de la seua vida a la construcció d’un rellotge amb peces de diferents materials que apenes produïen fricció, i a més, seguien movent-se equilibradament en mig del bamboleig més intens de les naus.

Harrison construí quatre rellotges anomenats consecutivament H1, H2, H3 i H4. En ells va aplicar el seu enginy i insòlits descobriments de mecànica i del comportament dels materials, va renovar tots els conceptes utilitzats fins al moment i inventà noves peces que aconseguien una precisió impensable abans.

No obstant això, els seus genials avanços van ser contínuament injuriat i infravalorat per alguns membres de l’elit científica que formaven part del jurat del premi, que no volien assumir que els “mecànics” pogueren solucionar el problema abans que els astrònoms. inclús canviaren les normes i les interpretacions per tal de dificultar el just reconeixement de les caixes màgiques de Harrison.

El H-1 pesava trenta-quatre quilos i estava muntat en una caixa cúbica d’1,20 metres d’arista. En 1737 es va presentar al Consell de la Longitud, però el seu autor va demanar una oportunitat per millorar-lo abans de fer el viatge a les Índies que exigia el premi.

rellotge H-1                                                                               

Quatre anys més tard presentà el H-2, més avançat i menys voluminós que l’anterior, que es va sotmetre a proves de resistència per la Royal Society, superant-les totes, però, altra vegada Harrison no quedà completament satisfet amb la seua creació i va sol·licitar un nou termini per intentar millorar el rellotge.

19 anys va dedicar a eixa tasca. El resultat va ser el H-3, amb 753 peces, 27 quilos de pes i una grandària de 60 x 30 x 30 cm. (en ell hi havia invents que hui en dia encara s’utilitzen en aparells d’alta tecnologia).
Però esta no va ser encara l’última màquina de Harrison. En 1759 es va presentar el H-4, el que finalment guanyà el premi.



De manera sorprenent, com traguent un conill d’un barret, John Harrison presentà un rellotge de ¡12,7 cm de diàmetre i 1,36 kg de pes! una autèntica joia, amb rubís i diamants entre les rodes dentades lluitant contra el rosament. Hui encara és un misteri còm Harrison va poder dominar el muntatge d’este magnífic rellotge.

En 1761 William Harrison (fill de John) es va embarcar amb el H-4 en Portsmouth rumb a Jamaica. El rellotge es mantingué tancat en una urna amb quatre claus. La travessia durà 81 dies, i a l’arribada a Port Royal l’astrònom que feia de testimoni a bord calculà l’hora solar exacta i sincronitzà el rellotge de Harrison: el resultat fou que solament s’havia retardat ¡5 segons! en tot el viatge.

rellotge H-4 guanyador del premi de la lontigud

Però en tornar a Londres el Consell de la Longitud avaluà la prova i dictaminà que s’hi havien produït inexactituds en els càlculs de William, i van exigir al H-4 superar una nova prova oceànica.

Finalment en 1764 el rellotge pujà a un nou a un vaixell rumb a les Barbados. Una vegada arribats allí William es trobà amb una desagradable sorpresa: entre els astrònoms que el Consell havia enviat a l’illa per a fer les comprovacions d’exactitud, es trobava el major enemic declarat dels Harrison i dels seus rellotges: Nevil Maskeline, el villà d’esta història; un estudiós astrònom obsessionat amb la resolució del mètode de les taules llunars i, ademés, futur director de l’observatori astronòmic de Greenwich, que havia de jutjar definitivament la concessió del premi.




El Consell, acabà reconeguent que el rellotge de John Harrison havia superat les condicions exigides, pero no li lliurà completament el premi establert, tot i al.legant noves exigències i condicions exagerades plantejades per Maskeline, que l’abatut inventor tingué que suportar declarant-se una dura batalla entre els dos homes. L’enfrontament va ser de tanta intensitat que Maskeline acabà confiscant de manera expeditiva els rellotges i portant-se’ls al seu observatori, on els va tancar en un magatzem amb l’escusa de fer amb ells proves d’exactitud (proves, que, no cal dir-ho, no van superar).

memorial en l'Abadia de Westminster          
Finalment John Harrison rebé en 1773, amb 80 anys, envellit i esgotat per la nefasta lluita en defensa del seu invent, i gràcies a la intercessió personal del mateix rei Jorge III, el premi de la longitud.

En les vitrines del Museu Marítim Nacional d’Anglaterra poden contemplar-se i admirar-se hui en dia les màquines de Harrison. Allí estan les quatre, restaurades i en perfecte funcionament, excepte el H-4, que es troba parat, però solament per motius de seguretat i conservació. Este magnífic instrument funcionaria de nou si li se donara corda.

 



Els detalls i vicissituds d’aquesta fascinant història, que reflecteix la lluita de l’home pel coneixement, i la superació de les majors dificultats, siguen estes tècniques, científiques o també humanes, els podeu gaudir en el llibre “Longitud” de la periodista Dava Sobel, editat per Anagrama.
És un llibret de butxaca de a penes 170 fulls, fàcil de llegir i ple d’anècdotes i detalls que ens desvelen una gran història, impressionant i emocionant.