Paginas - Menu

lunes, 3 de marzo de 2014

LOS ARQUITECTOS DE CÓDIGO ABIERTO


COLECTIVOS EN RED


El pasado dia 20 de febrero se celebró en la escuela de Arquitectura de Valencia una conferencia titulada "Ciudad Open Source - nuevas formas de regeneración urbana". En ella participaron representantes de los colectivos Carpe Via, organizadores, Ecosistema Urbano, que explicaron su trabajo "DreamHamar" en Noruega, y Zuloark que contaron su experiencia en "El Campo de Cebada" en Madrid (recientemente premiado en la XII bienal de arquitectura)

Independientemente del contenido de las exposiciones y del tema de la conferencia, me llaman la atención varios aspectos de esta experiencia, y la llamo experiencia porque para mí, que pertenezco a una generación de arquitectos que podríamos definir como de perfil profesional clásico, esa conferencia provocó en mí múltiples reflexiones sobre el futuro de la profesión de arquitecto, y especialmente supuso el descubrimiento de un mundo intelectual y mediático digital que desconocía, y que exhibe una fuerza impresionante pero, aparentemente poco ruidosa y que se mueve en circuitos alternativos con hasta hoy escasa trascendencia real.


conferencia en la escuela de arquitectura
Como el biólogo que descubre un nuevo insecto, observo ante mí gente muy joven, que se agrupa en colectivos con estructuras organizativas horizontales y abiertas. Sus fundamentos teóricos parecen brotar de su formación académica en las escuelas de arquitectura, de donde también heredan los hábitos de trabajo en equipo, probablemente desarrollados en la ejecución de sus proyectos finales de carrera. Tienen un gran dominio de las técnicas digitales y son partícipes activos de las redes sociales. Trabajan conectados en equipos pluridisciplinares. Con notables habilidades comunicativas, se expresan con facilidad verbal y también a través de un diseño gráfico atractivo. 

Son además utópicos e idealistas, reinvindicativos aunque no revolucionarios, sensibles a las organizaciones ciudadanas y cercanos a la reclamación de lo público. Trabajan en la pequeña escala, y su punto fuerte son las ideas.

Mi reflexión pretende discernir de dónde han salido estos nuevos arquitectos, que por lo visto no pretenden seguir el camino preestablecido y que no siguen los patrones al uso.

Mi impresión es que son el fruto y consecuencia de la nuevas circunstancias surgidas tras el estallido de esta profunda crisis social, que tan especialmente ha impactado en el mundo de la arquitectura y el urbanismo. La crisis inmobiliaria ha vuelto inane la profesión de arquitecto por falta de actividad, y en consecuencia estos nuevos profesionales centran su interés en el punto de donde surge la arquitectura: en la determinación de las necesidades.

campo de cebada, Madrid
Analizan, investigan, reflexionan sobre el origen de los proyectos, aún sin encargo alguno, provocan la participación de las comunidades vecinales sobre los problemas dotacionales de los barrios y las carencias de las ciudades. Actúan con eficacia como mediadores / asesores / facilitadores / gestores sociales.

dream hamar, Noruega
Pero finalmente, de estas reflexiones colectivas surgen las propuestas de actuación que muchas de las veces son meras acciones reinvindicativas, y en gran parte de los casos arquitecturas efímeras o de pequeña escala, apenas mobiliario. Esta aparente intrascendencia de los resultados contrasta con la vitalidad de su actividad y la profundidad de sus reflexiones, y de este fuerte contraste surge la pregunta inevitable: ¿cómo es posible que estos grupos de profesionales bien formados y con tanta originalidad y capacidad de análisis no produzcan arquitectura de mayor escala?, ¿cómo no están proyectando los nuevos equipamientos sobre los que tanto reflexionan?

Pienso que esta situación es el síntoma de una doble ruptura. Una interna, que afecta al ejercicio de la profesión: los jóvenes arquitectos renuncian al modelo profesional establecido, incluso lo repudian por irreflexivo y cómplice; y por otra parte una ruptura más importante: la que se da entre la iniciativa pública y las demandas de los ciudadanos. Los modelos cambian, también los métodos y las necesidades, pero los códigos del poder público siguen inmóviles y los ciudadanos suplen la falta de reacción con estructuras organizativas que han aprendido de la red.

Estos nuevos arquitectos quieren abrir el código de la ciudad para adaptarlo, pretenden ser protagonistas de su diseño desde iniciativas basadas en la puesta en común del conocimiento. Ellos quieren "una ciudad en beta permanente y de software libre". Atentos.

Para los no iniciados como yo, les recomiendo un paseo por alguna de las múltiples páginas web de estos colectivos, para apreciar su impresionante prolijidad y su asombrosa interconexión, en red, como la propia red. 
A mí me queda la sensación de que estamos ante el gérmen de un cambio profundo del concepto del profesional de la arquitectura, la trascendencia de este cambio se verá a no mucho tardar. 


(Para ampliar información y direcciones electrónicas, ver el nº 145 de la revista Arquitectura Viva, titulada "Colectivos españoles. Nuevas formas de trabajo: redes y plataformas" )

No hay comentarios:

Publicar un comentario